Las desventajas de tener varias deudas pequeñas
A día de hoy, es difícil encontrar a alguien que no tenga deudas de algún tipo. Muchas cosas, como estudiar en una buena universidad, comprar un coche, tener tu propia casa o incluso hacer realidad unas vacaciones de ensueño sólo se pueden adquirir con ayuda de un préstamo. Tener deudas no es algo extraordinario: se trata de algo normal para la mayoría de la gente.
La vida moderna lleva aparejada multitud de obligaciones y cargas mentales. Hacerse cargo de todas las facturas, documentación, tareas burocráticas y otras obligaciones mensuales es un trabajo en sí mismo.
Es importante tener presente el reembolso mensual de tus deudas. Si por ejemplo pediste un crédito estudiantil, normalmente tendrás que abonar una cantidad muy pequeña pero durante un período de tiempo largo. Olvidarte de uno o dos pagos podría dañar seriamente tu historial crediticio. ¿Cómo puedes asegurarte de que esto no ocurre?
¿Puedo reunificar mis deudas?
Consolidar deudas en uno o dos grandes préstamos es una forma de facilitarte las cosas. Tendrás un problema menos del que preocuparte y la posibilidad de que olvides un pago será mucho menor (algo que puede ocurrir cuando tienes muchas cosas en la cabeza y cada una tiene una fecha límite).
Pero esta no es la única razón por la que deberías plantearte una consolidación de deudas. Si has contraído varios créditos pequeños, cada uno estará sujeto a un tipo de interés, por lo que estarás pagando intereses por cada uno de los préstamos solicitados. Si decides consolidar deudas, estarás pagando un préstamo con un solo tipo de interés que normalmente suele ser más bajo y que se abona durante un período de tiempo más prolongado. De esta manera, podrías estar ahorrándote dinero en intereses, ya que solo pagarás los que corresponden a un préstamo. En resumen: tus deudas se convertirán en una sola deuda con mejores condiciones de pago.
Otra ventaja de este tipo de procesos es que no suelen acarrear multas si decides abonar tus deudas con antelación; así que si se da la circunstancia de que has vendido una propiedad, has recibido dinero de una herencia o has obtenido un bono laboral, podrás usarlo sin problemas para reducir tus deudas y sin perder una gran cantidad por el camino debido a las tasas.
Qué tener en cuenta a la hora de consolidar deudas
Si simplemente quieres deshacerte de la obligación de organizar todos los pagos mensuales, existe otra opción. Muchas empresas de consolidación de deudas ofrecen la posibilidad de transferir una cantidad a su cuenta para que ellos distribuyan los pagos. De esta manera, tus deudas siguen estando separadas pero los pagos se consolidan. Se trata de una solución muy práctica para aquellas personas que no deseen comprometerse con un préstamo que presente un período de pago más amplio, pero que necesiten aligerar su carga mental todos los meses.
Asimismo, muchas personas utilizan préstamos de garantía hipotecaria para la consolidación de deudas. Esto significa que toman dinero prestado haciendo uso de su patrimonio inmobiliario. A este tipo de préstamo también se le conoce como “segunda hipoteca”. Antes de suscribir un crédito de estas características, asegúarte de que has analizado rigurosamente tu situación financiera, porque si no eres capaz de devolver tu préstamo, podrías correr el riesgo de perder tu hogar.
Si has utilizado la consolidación para devolver la deuda de tus tarjetas de crédito, puede que te sientas tentado/a a utilizarlas de nuevo. No hacerlo es una de las claves a la hora de reunificar tus créditos, ya que en caso contrario estarás eliminando todos los beneficios de la anterior operación y acabarás empeorando tu situación. El sentido de unificar deudas pequeñas es mejorar tu situación financiera, no tener más libertad para endeudarte de nuevo.
Antes de realizar la consolidación, haz cuentas. Puede que te dé la sensación de que siempre vas a salir ganando al reunificar tus deudas en un solo pago, pero revisa bien todos los términos. Ten en cuenta que el período de pago para un préstamo más grande será mayor, y que por lo tanto puede que acabes pagando más (incluso si el tipo de interés es más reducido).
Calcula cuántos intereses tienes que pagar en conjunto teniendo en cuenta tus obligaciones financieras actuales y compáralos con los que tendrías que abonar si suscribieses un préstamo único de mayor tamaño. A veces, un tipo de interés más pequeño para pagos más prolongados puede llevar a confusión: aunque sea más reducido, podrías acabar pagando más a la larga.
No olvides valorar si un período de pago más largo encaja con tus planes. Cada persona es diferente y tiene distintas necesidades financieras: algunas están dispuestas a pagar más para deshacerse antes de la deuda, mientras que otras prefieren realizar pagos más pequeños y casi imperceptibles a lo largo del tiempo. Estas personas prefieren estar endeudadas más tiempo siempre y cuando esto no afecte en exceso a sus finanzas. Sea cual sea tu preferencia, asegúrate de meditar tu decision antes de suscribir una nueva obligación financiera.
¿Es necesario que solicite un préstamo bancario para reunificar mis deudas?
Si has decidido reunificar tus deudas, no es necesario que realices los laboriosos trámites que te exigen los bancos. El proceso puede consumir gran parte de tu tiempo y energía, y precisamente por eso puede que te hayas decantado por reunificar tus deudas en un primer momento.
Una buena alternativa es obtener un préstamo online. Existen compañías que ofrecen créditos a personas endeudadas.
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Solicitar un crédito con Credy es muy sencillo y solo te llevará unos minutos. Olvídate de la tediosa documentación: simplemente proporciónanos tu nombre, DNI, dirección de correo electrónico y teléfono y pronto recibirás una oferta de un prestamista. Cuando la confirmes, el dinero se transferirá a tu cuenta de forma inmediata. Será entonces cuando podrás optar por abonar tus pequeñas deudas o por unificar todos tus pagos mensuales durante un período de tiempo que tú mismo/a podrás escoger.